Bienvenido a sedientodonde te abriremos el apetito con páginas del Entrevista archivos que estaban casi demasiado calientes para imprimir. Esta semana, regresaremos al campamento de verano en el 23 aniversario del lanzamiento de The Parent Trap revisando a nuestra sirena pelirroja favorita, Lindsay Lohan, y su largometraje de junio de 2006.
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Ah, verano: una época para el exilio autoimpuesto en el bosque, el descubrimiento de secretos familiares y los reencuentros con hermanos perdidos hace mucho tiempo que nunca supiste que existían. Ninguna película cursi ejemplifica mejor estos amados recursos argumentales que la de Nancy Meyers. La trampa de los padres. En la nueva versión del director de Disney de 1998 del original de 1961, se desarrolla una serie de travesuras veraniegas que unen a hermanas gemelas que fueron separadas al nacer. Adorada por su combinación de estridentes momentos de payasadas y estallidos de encanto adolescente, el elenco icónico de la película incluye a la fallecida Natasha Richardson, Dennis Quaid y la estrella revelación. Lindsay Lohan. Mucho antes de convertirse en un ícono de Hollywood con sede en Dubai y Niño prodigio de NFTLohan hizo su debut en la pantalla grande como las gemelas pelirrojas Annie James y Hallie Parker. Al elegir el casting para la película, Meyers supuestamente buscaba a una joven Diana Keaton para asumir los papeles duales: Lohan, con su talento en bruto y su magnetismo pecoso, venció a las actrices Scarlett Johansson y Jena Malone por los papeles protagónicos. En un homenaje al 23º aniversario de la película el martes, Meyers compartió un sentido publicación de Instagram, sobre lo que Lohan comentó, “Gracias por la oportunidad de su vida, Nancy”. No, Lindsay, gracias. Y gracias a La trampa de los padres por capturar nuestro espíritu cultural de la época— inspirar a los niños milenarios a perforarse las orejas, cortarse el pelo, untar mantequilla de maní en las galletas Oreo y enseñar a los padres divorciados de todo el mundo a no separar a sus hijos al nacer.