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Publicado por Javier

Dante Spinetta: “Un artista que se vuelve complaciente, se apaga”

En medio de una cuarentena que sumergió a las personas a no poder salir de sus casas, las estrategias comerciales mutaron, los encuentros se convirtieron en reuniones por aplicaciones de celular y el sexo parece condenado a la frigidez que Woody Allen predijo en su película El dormilón (1973), donde el placer solo podía ser obtenido a través de la máquina “orgasmatrón”. Los artistas, en este caso los músicos, por más que se le quiera inculcar virtudes fuera de lo común, no pueden sacar las patas del plato de lo terrenal y, víctimas de la pandemia, se vieron forzados a reinventar su kiosquito.

 

“El hecho de no poder salir a tocar es la pérdida de una fuente de ingreso de la que los músicos y todo lo que se mueve alrededor (la gente que alquila los escenarios, los que arman, asistentes, sonidistas) vivimos de eso. Es un gremio súper golpeado, que creo va a ser el último en volver a integrarse a la normalidad cuando pase esto. Para mí se van a empezar hacer shows pagos por streaming. Con las bandas, sí. Pero sin público. Va a ser una manera de poder sustentarnos”, dice Dante Spinetta del otro lado del teléfono, mientras se lo escucha sorber un mate.

 

El ex Illya Kuriaky, en medio de este virus que está azotando a la humanidad, lanzó el vídeo de su último sencillo Aves y su aporte contribuye con la campaña de INCUCAI “Por tus ojos” para incentivar la donación de córneas. Lo característico de esta producción audiovisual es que para verla es necesario apuntar a los ojos de otra persona, de lo contrario, las imágenes se ven borrosas, con sombras y colores saturados. Por otra parte, también planea lanzar el documental de su tercer disco solista Pyramide, que está a punto de cumplir diez años desde su lanzamiento, y mientras pasa la tormenta distópica de la pandemia, acomoda el material de lo que será su futuro disco.

-¿Cómo estás viviendo la cuarentena?
-Es un momento sensible en la historia. No todo el mundo tiene la suerte de tener casa, mucha gente está pagando un alquiler y vive más al día, entonces es una situación súper complicada. Desde mi lado, estoy tratando de ordenar las canciones que tengo más listas para grabar. Ya venía grabando un álbum, pero esto me cambió la cabeza. De eso que estaba haciendo, hay muchas cosas que no van a quedar. Estoy encarando por otro lado. La conexión con un mismo, dada esta situación forzosa, de volver al eje, te llevan a tratar de encontrar el porqué de todas las cosas. Es un momento de mucha intimidad. Si uno se pone a pensar, todo el mundo está extrañando lo mismo: su familia, sus amigos, los afectos. Estamos volviendo a lo básico en un montón de cosas y eso es algo bastante positivo dentro de todo.

 


“Es un momento de mucha intimidad. Si uno se pone a pensar, todo el mundo está extrañando lo mismo: su familia, sus amigos, los afectos. Estamos volviendo a lo básico en un montón de cosas y eso es algo bastante positivo dentro de todo”


 

-En los que respecta a tu laburo de artista, ¿qué estrategias estás llevando adelante para poder generarte ingresos inmediatos?
-Por suerte venía trabajando en un montón de cosas. Tengo algunos shows en vivo filmados y uno de ellos va a salir próximamente. Además con la banda grabamos una sesión en el restaurant de sushi de un amigo. Mientras él cocinaba nosotros estábamos tocando. Es un formato medio Tiny Desk. También está el documental de Pyramide, que va a salir este año. Eso me ayuda un poco. Pero la realidad es que hay muchos artistas que no tenían cosas guardadas y hay que salir a inventar nuevas formas de comunicación para no cortar la relación con la gente. Y ahora más que nunca. Me llegan muchos mensajes pidiendo que toque unas canciones por Instagram. En este momento la gente necesita el acompañamiento del arte. Es esencial para la salud tener música, cine, series.

 

-Ya que mencionás lo de acompañamiento del arte, y dejando a un lado lo del coronavirus unos minutos, tu video de Aves se puso al servicio de una buena causa: las donaciones. En este caso de córneas…
-La idea desde el principio estuvo muy buena. Estoy súper orgulloso de ese video y de haber hablado de algo que capaz mucha gente no sabe. Además la idea era volver a meter la palabra Incucai en un público más joven. Una persona que me escribió, me dijo que cuando leyó “Dante Incucai” pensó que era un featuring. Ahí te das cuenta que no todos saben lo de las donaciones. Nosotros que tenemos la posibilidad de comunicar cosas está bueno tirar data. Pero siempre tratando de que no esté forzado. A veces hay situaciones muy forzadas al comunicar algo. Se suben a alguna movida política y se nota que el artista lo está haciendo para ganar alguna parada. No se ve real. Lo bueno de Aves fue que comunicó desde un lugar artístico y no desde una publicidad.

 


“No soy una persona que me aferre al pasado o que necesite traer las cosas que me pasaron para delante. Está buenísimo donde están y soy feliz habiéndolo vivido, pero no tengo que volver a repetir nada de eso. Estoy esperando las nuevas aventuras y lo nuevos sonidos”


 

-Aves, Perdidos en el paraíso, No sigas y Verano hater, toda una serie de sencillos que parecen indicar que algo está muy próximo. ¿La idea de un disco hoy es romántica?
-Creo que es necesario hacer un disco, va más allá de la romantización. Hay discos que no tienen ningún concepto y están bien también. A mí me gusta hacer los discos con un concepto, que tengan un hilo conductor. Puñal, Pyramide o los discos de los Kuryaki, todos tienen algo desde el sonido o en la propuesta estética y un contenido lírico que tiene que ver. No quiero hacer singles, quiero hacer discos que necesiten que la gente se sumerja un rato en eso. Es una experiencia que me parece que no hay que perderla. Yo flasheo con los discos, con los sonidos o con el mambo del artista. Es como con las películas y las series. Con las series ves un capitulo por semana y está bueno, pero a veces ver una buena película mata.

 

-Hablando de discos y de los Kuryaki, justamente en enero del año que viene se cumplirían 30 años de Fabrico cuero, ¿se puede pensar en un posible nuevo regreso?
-No creo que vuelva Illya Kuryaki. Cada uno está muy metido en lo suyo. Siento que este álbum que estoy haciendo ahora va a ser el mejor que hice en mi vida. Lo mejor de mí quiero ponerlo ahí. Kuryaki es algo que ya pasó, me encanta y lo disfruto y hasta el 2018 inclusive fue mi realidad, pero hay que avanzar con lo nuevo. No soy una persona que me aferre al pasado o que necesite traer las cosas que me pasaron para delante. Está buenísimo donde están y soy feliz habiéndolo vivido, pero no tengo que volver a repetir nada de eso. Estoy esperando las nuevas aventuras y lo nuevos sonidos. Estamos acá para vivir la vida con intensidad, no para acumular éxitos.

 

-Venís de una linda escuela. Tu viejo batalló bastante contra eso de no mirar atrás. Por suerte logró dejar una frase grabada a fuego en las nuevas generaciones: “mañana es mejor”.
-Sí, totalmente. En la presentación de Artaud (Teatro Astral – 28/10/1973) mi viejo está solo con una viola y es increíble lo que canta y toca. La gente le grita cosas, tipo: Luis, que vuelva Almendra, Luis toca Muchacha…Rutas Argentinas. En un momento mi viejo dice “voy a tocar un tema nuevo” y toca Bajan y después Barro tal vez. Algunos lo bardean. Estaba presentando el disco más importante del rock argentino. Con esto queda claro que lo que te queda es creer en el viaje interno. Mi viejo me dio las herramientas en la crianza para jugármela por lo que yo quería. A seguir lo que te calienta porque ahí está el amor y yo sigo el amor por las cosas. Un artista que se vuelve complaciente se apaga.