Puede que el jazz no parezca un género que se preste a las limitaciones de tiempo de TikTok, pero Evan Jacobson ha encontrado una manera de hacerlo. El maestro musical encontró el éxito algorítmico en la aplicación por su fascinante dominio del saxofón y, quizás en igual medida, por su singular encanto. Jacobson logra hacer que cada publicación, en la que superpone riffs de jazz sobre clásicos del pop y el hip-hop muy queridos, se sienta como un FaceTime uno a uno con cada una de las decenas de miles de personas que los miran. A continuación, Jacobson nos muestra cómo agregar un toque de saxo a cualquier canción. —MEGAN HULLANDER
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PASO 1
“Conoce tu historia. La gente no se da cuenta de que las raíces de muchos géneros musicales modernos, desde el hip-hop hasta el R&B y el rock, están profundamente arraigadas en la tradición del jazz. Los ritmos y armonías del jazz están por todas partes en la música moderna, pero son sutiles. Cuando escuches una canción, piensa en cómo llegamos hasta aquí. ¿Se parece el ritmo a algo que hayas escuchado en un disco de jazz de los años 50, por ejemplo? Es posible que descubra que hay muchas más similitudes de las que cabría esperar. Una vez que reconoces cómo el jazz podría haber influido en la canción que estás escuchando, resulta mucho más natural agregar elementos de jazz donde encajen”.
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PASO 2
“Escuche una y otra vez. Cualquiera puede tocar notas sobre una canción, pero cualquiera con oído musical puede saber si esa persona no está conectada con el material original. Agregar nuevos elementos a una obra de arte ya terminada requiere un enfoque sutil y delicado que requiere una conexión profunda e internalizada con el material original. Para mí, esto significa escuchar la canción original una y otra vez hasta que escuche una melodía o armonía en mi oído que pueda traducir al instrumento”.
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PASO 3
“Empieza a jugar con algunas ideas básicas. La mayoría no serán muy buenas y algunas resonarán, pero no te apegues demasiado ni te quedes con una idea por mucho tiempo. Sigue tocando hasta que se te ocurra una idea que encaje bien con la canción existente, pero que agregue una vibra contrastante que ni siquiera tú sabías que necesitaba”.
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PASO 4
“No compliques demasiado las cosas. Ésta es una trampa fácil y peligrosa en la que caer. Nuevamente, estás tratando con una pieza musical que alguien decidió que estaba terminada y que ahora has decidido que necesita algo más. Para evitar destruir la integridad de la canción y quizás ofender al artista original, adopte un enfoque de menos es más. Tocar algo que es técnicamente simple, de buen gusto y memorable es en realidad mucho más difícil y conectará con la gente más que tocar el tema más llamativo que tengas en el bolso”.
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PASO 5
“Improvisar. Ahora que estás conectado con la canción y estás tratando de extraerle el jazz, es hora de dejar que tu personaje brille. El jazz es un lenguaje improvisado y un solo es una oportunidad para expresarte usando ese lenguaje, así que toca lo que sientas. Es fácil sentirse abrumado por las infinitas posibilidades que presenta la improvisación, pero recuerde mantenerse fiel a la canción que se ha grabado en sus oídos desde el Paso 3, y consulte el Paso 4 cuando sienta que las cosas se vuelven abrumadoras”.
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PASO 6
“Respirar. Las notas que eliges no tocar son tan importantes como las notas que tocas. Los improvisadores de jazz más legendarios eran conocidos no sólo por su virtuosismo en sus instrumentos, sino también por su uso del espacio y los silencios que dejan a los oyentes colgados en la última nota de una frase, anticipando la siguiente. Date tiempo para comenzar y terminar tus ideas. No existe una forma correcta o incorrecta de tocar música jazz, pero la gente siempre gravitará hacia la música que se sienta auténtica, y creo que el jazz permite a cada músico ser su yo más auténtico”.